El Test Microbiológico Fecal es un análisis de las heces realizado mediante el empleo de diferentes técnicas de laboratorio.
Permite conocer si existe infección bacteriana de las heces y el tipo de germen implicado. Ello incluye la búsqueda de huevos y parásitos, con el fin de detectar la presencia de larvas y huevos y la identificación del parásito.
Una muestra de materia fecal puede otorgarles a los médicos información valiosa sobre lo que ocurre cuando se tiene un problema estomacal, intestinal o en otra parte del tracto gastrointestinal. Es una de las herramientas más básicas, útiles y comúnmente utilizadas en el campo de la Medicina debido a que la técnica de obtención de la muestra es sencilla y segura y el análisis de la muestra por parte de laboratorios especializados aporta una muy valiosa información sobre el estado de salud de la persona.
Es posible que un médico solicite un cultivo de material fecal para detectar bacterias que provocan enfermedades, como las siguientes:
• Shigella
• Salmonella
• Yersinia
• Campylobacter
• Escherichia coli (E. coli)
En nuestra Unidad de Medicina Bioregenerativa nuestro Test Microbiológico Fecal realizamos un perfil analítico que constituido por 6 pruebas de laboratorio:
Coprocultivo: descarta la presencia de las bacterias
Detección de parásitos entéricos
Detección de virus entéricos: Rotavirus y Adenovirus
Cryptosporidium
Helicobacter pilory,
Cultivo de levaduras
El médico o el laboratorio del hospital suelen entregar instrucciones por escrito sobre la manera en que se debe recolectar la muestra de materia fecal. Si no le dan instrucciones, aquí tiene algunos consejos para recolectar la muestra:
El estudio de las heces requiere de la toma de una muestra de heces por parte del paciente. En la mayoría de los casos, la recogida de la muestra puede realizarla el propio paciente en su domicilio. Requiere de una higiene íntima adecuada mediante la limpieza de la zona perianal y de los genitales externos con agua y jabón. El paciente debe orinar previamente a la defecación dado que las heces mezcladas con orina no serán útiles para el estudio pues pueden estar contaminadas por gérmenes del tracto urinario. El paciente deberá proceder a una nueva limpieza íntima tras la micción y antes de proceder a la defecación.
Existen diferentes métodos para la recogida de muestras pero habitualmente al paciente se le aconseja el uso de un recolector de heces de plástico estéril (de venta en farmacias) que se coloca sobre el bidé o bien sobre un recipiente previamente desinfectado. El paciente deberá evitar el uso de sus manos para no contaminar la muestra por lo que deberá ayudarse mediante el uso de unos guantes de látex o de una espátula para la recolección y deberá depositar la muestra en un recipiente estéril específico para ello.
La materia fecal se debe colocar en frascos de plástico, limpios y secos con tapas a rosca. Quizás tenga que recolectar la muestra de heces una o más veces. Para obtener mejores resultados, es conveniente llevar la muestra al laboratorio en el lapso de unas pocas horas.
El médico deberá indicar al paciente la cantidad y el número exacto de muestras necesarias para cada estudio.
Cuando la muestra llegue al laboratorio, el técnico realizará un frotis de las muestras de materia fecal en platillos estériles que contienen una sustancia que favorece el crecimiento. Estos platillos se conservan a una temperatura que garantiza el crecimiento más rápido de la bacteria que se está buscando.
Si no se forman colonias bacterianas, el análisis es negativo. Esto quiere decir que no hay señales de una infección bacteriana. Pero si se forman colonias bacterianas, el técnico las examinará bajo el microscopio y podrá realizar análisis químicos para identificarlas con mayor precisión , así como la prueba microbiológica que se realiza para determinar la susceptibilidad (sensibilidad o resistencia) de una bacteria a un grupo de antibióticos conocida como antibiograma y la prueba referente a los hongos conocida como antifungigrama.
Las técnicas de antibiograma son las utilizadas en el laboratorio de microbiología para estudiar la actividad de los antimicrobianos frente a los microorganismos responsables de las infecciones.
Se considera como antimicrobiano cualquier sustancia con capacidad de matar o al menos de inhibir el crecimiento de los microorganismos y que sea susceptible de utilización como tratamiento en los pacientes. Pueden ser naturales, sintéticos o semisintéticos.