EL SER HUMANO ES UN DEFICIENTE CRÓNICO DE VITAMINA C Y NO PUEDE PRODUCIRLA EL CUERPO A PARTIR DE PRECURSORES
Debemos mencionar al ácido ascórbico (vitamina C) que, si bien no esta implicado directamente en la respiracion celular, es un crucial regulador REDOX en los organismos vivos. Quizá el más poderoso y versátil antioxidante hidrosoluble, protege el cerebro y la médula espinal del constante ataque de los radicales libres. En los tejidos, garantiza una apropiada hidroxilación del colágeno, protegiendo el endotelio vascular, cicatrizando heridas, fracturas, quemaduras y previniendo estrías. DIFICULTANDO LA PROPAGACION DE METASTASIS Disminuye el colesterol -al precipitar su conversión en ácidos biliares- así como el ácido úrico (C5H4N4O3). También es necesaria para fabricar neurotransmisores y hormonas. Es ergogénica, antitóxica, inmuno-estimulante, anticancerígena, y antimutagénica. Su efecto, que bien puede considerarse quimioterapéutico, mejora la eficacia de las drogas oncológicas a la vez que protege contra las radiaciones.
Por vía endovenosa y en dosis suficientes está siendo usada en nuestro Centro de Medicina Complementaria para la Terapia Metabólica del Cáncer y el tratamiento de infecciones virales. Aumenta la producción de interferón, la actividad de los neutrófilos y la de los macrófagos, los cuales detectan y tragan células cancerosas, bacterias y cuerpos extraños.(3-6) Hemos comprobado sostenidamente que repetidas dosis diarias de entre 1 y 5 gramos de vitamina C, tratan exitosamente la tuberculosis, la fiebre escarlata, infecciones pélvicas, disentería, septicemia, estados tóxicos y enfermedades virales como herpes zoster, meningoencefalitis, poliomielitis, neumonía, hepatitis, mononucleosis y otras.