El 95% de los pacientes que acuden con malestar gastrointestinal inespecífico, se presentan sin haber realizado la mayoría de los exámenes necesarios para un diagnóstico preciso. Normalmente, traen siempre los mismos análisis; endoscopia, colonoscopia, exámenes de sangre y orina, TAC, resonancia y ecografía, etc. En nuestro centro, llevamos a cabo un estudio exhaustivo de los pacientes y logramos diagnosticar correctamente el origen de sus síntomas.

Una vez tenemos diagnóstico adecuado, ahora sí podemos plantear un esquema terapéutico personalizado, de precisión y realmente efectivo, pero siempre es importante para hacerlo «EMPEZAR POR EL PRINCIPIO»

La restricción alimentaria no tiene sentido hacerla sin pruebas que fundamenten dicha restricción, como suelen hacerse en el 90% de los pacientes, en los cuales se eliminan alimentos por estadística; sin realizar exámenes adecuados, sin suplementar con los suplementos necesarios para que la célula intestinal no se desnutra y genere o empeore la permeabilidad intestinal, y para que las bacterias que no se utilizan al restringir ciertos alimentos no se eliminen (provocando las famosas disbiosis por hipodiversidad). 

En la mayoría de los pacientes por parte de personal no formado suelen poner por moda una dieta FODMAP, que es una herramienta válida cuando se sabe utilizar, en caso contrario es una verdadera arma de guerra que empeora las intolerancias y genera intestinos insuficientes para una posterior reintroducción futura

Este es el punto clave que evita los efectos adversos de una dieta restrictiva, pero indefectiblemente solo un médico formado adecuadamente es capaz de llevar adelante este punto, ni un nutricionista, ni un farmacéutico, mucho menos algo así como los llamados terapeutas o PNI. 

El médico capacitado podrá combinar la suplementación nutricional adecuada junto a la dieta adecuada que preservara las bacterias intestinales beneficiosas, aunque no se utilicen en forma transitoria por ciertas restricciones, y además lograr que las células del intestino sobre todo las epiteliales no se desnutran y se debiliten empeorando o generando la permeabilidad intestinal.

Este es otro de los puntos de intervención exclusiva para un médico, debido a la necesidad de un conocimiento profundo de la microbiología, la infectología, y la farmacología, que permitan unirlo a la semiología clínica y la interpretación bioquímica de resultados, logrando la realización de un esquema terapéutico personalizado y de precisión.

Este lleva como objetivo un orden similar al que se utiliza en un huerto; limpiar el terreno, airearlo, renovarlo, sembrarlo. En este caso, con la utilización de: antibióticos, herbáceos o farmacológicos, fermentados, probióticos, prebióticos, postbióticos, y activos necesarios para el equilibrio de la microbiota, se logrará el reequilibrio microbiológico óptimo funcional.

Otro paso de exclusiva intervención médica, debido a la necesidad de conocimientos profundos de biología celular y farmacología unidos a conocimientos de bioquímica humana, es generar un protocolo específico diseñado de forma personalizada y de precisión para los diferentes orígenes de esta permeabilidad y afección de la pared del intestino.

Otra fase de este protocolo que requiere un profundo conocimiento farmacológico, bioquímico y microbiológico para realizar un resembrado modulatorio terapéutico basado en las particularidades de cada paciente. 

Este se confeccionará con origen en sus exámenes de microbiota y sus patologías específicas, el resembrado será el responsable de evitar las recaídas en gran medida o al menos hacer todo lo posible para evitarlo en la máxima medida posible, dejando un intestino con una microbiota funcional y competitiva, beneficioso para la EUBIOSIS FUNCIONAL.

Este es el último paso del protocolo, donde gracias a los 7 pasos anteriores, logramos la introducción de la totalidad de alimentos a un intestino sano, sin sensibilidades y con una microbiota funcional. 

El mismo volverá a ser capaz de obtener los máximos beneficios de los nutrientes, sin que se generen síntomas ni parezca el disconfort gastrointestinal, por carecer ya a esta altura de inflamación inespecífica o sistémica de bajo grado